lunes, 23 de mayo de 2016

ingeniería en autos eléctrico






Comparado con otros dispositivos que usamos día a día, pareciera que los motores de los autos no han cambiado mucho. Mientras que la tecnología en los sistemas de comunicación ha dado pasos agigantados, los propulsores usan el mismo principio básico: la combustión de aire y gasolina se usa para crear una fuerza rotacional, que ayuda a mover el vehículo. Los propulsores modernos han evolucionado grandemente para cumplir con la potencia y eficiencia que los conductores demandan. Piensa que las viejas máquinas son como lobos y las nuevas son como perros. Tienen la misma herencia y características similares, pero uno funciona muy bien en cada situación reciente, mientras que el otro no se puede adaptar a vivir en una ciudad o suburbio. 


Antes de que comencemos a darte las cinco diferencias entre un motor viejo y uno moderno, necesitas entender los principios de cómo trabaja un auto. Básicamente, la gasolina y el aire son encendidos en una cámara denominada cilindro. 
En ésta se encuentra un pistón, que se mueve hacia arriba y hacia abajo por la explosión de la mezcla aire/gasolina. Éste está enganchado al cigüeñal es un eje con codos y contrapesos, que transforma el movimiento rectilíneo en circular. El pistón al realizar su movimiento correspondiente, hace que el cigüeñal dé vueltas. Éste va conectado a la transmisión, el cual emite esa energía a las ruedas del vehículo. ¿Suena simple, verdad? Con los vehículos modernos estos principios aún aplican, pero aún así hay ciertas diferencias, aquí te decimos cuáles: 1.- Los motores modernos son más eficientes Un motor viejo no es realmente eficiente. De toda la energía química en la gasolina, sólo el 15 % se convierte en potencia mecánica que hace que se mueva el auto. La EPA (Environmental Protection Agency) en EUA, señala que el 17 por ciento de la fuerza se pierde cuando el motor está en espera y un mayor porcentaje, 62, se desvanece en el motor debido al calor y la fricción.
 Los motores modernos tienen diversas tecnologías que los hacen ser más eficientes. Por ejemplo, la inyección directa, consiste en introducir la gasolina a presión dentro del cilindro, esto mejora el desempeño en un 12% porque el combustible se quema de manera eficaz –esto según señala el Departamento de Energía de EUA.

 Los turbo cargadores, los cuales usan los gases del sistema de escape, comprimen la mezcla y la manda a los cilindros. Con un mejor aire comprimido y gasolina se obtiene una mejor explosión. Las válvulas de distribución variable y la desactivación de cilindros son tecnologías que permiten al propulsor, usar sólo el combustible que necesita. 2.

 Los motores modernos son más rápidos A los usuarios les preocupa el ahorro de gasolina, pero al mismo tiempo les preocupa la potencia del motor. Los autos de hoy con todo los accesorios y características de seguridad que poseen son relativamente pesados. 

Los motores tienen que lastrar con todo eso y en algunos casos mover cargas pesadas a altas velocidades. Aún con su incrementada eficiencia, los motores de hoy son más poderosos que sus predecesores. Por ejemplo en 1983, el Chevrolet Malibu tenía un motor 3.8 L V6 que otorgaba 110 Hp. En 2005, poseía un 2.2 L con cuatro cilindros en línea que generaba 144 caballos. En 2011 el Malibu porta un 2.4 L cuatro cilindros pero con 169 equinos. Asimismo existe una versión de 3.6 L V6 con 252 Hp.

 La diferencia entre ambas generaciones es muy notable, con respecto al motor de 4 cilindros hay 59 caballos más y con el V6 es de 146, números que marcan y otorgan una mejor potencia.

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